[Este artículo es una traducción del
original en inglés, escrito por el Hno. Samuel Koranteng-Pipim, Doctor en
Teología, Director del Campo Publico Misionero en la Conferencia Michigan,
Autor de los libros; “¿Debemos guardar el silencio?” y “Recibiendo la Palabra”
-en inglés. Lo que aparece entre corchetes [ ] son las aclaraciones personales
del traductor.
En este artículo, dado su carácter
específico, el traductor a utilizado el signo @ para reemplazar las letras o/a,
al referirse a los dos géneros (masculino-femenino) a la vez (como en ingles) –
en lugar de las/los, estos/estas, se
ha usado, l@s, est@s, es@s, ell@s, etc]
¿Qué tipo de igualdad enseña la Biblia? Parte 1
Ordenar mujeres como ancianos o
pastores es la “nueva luz” que la Iglesia Adventista Séptimo Día está instada a
abrazar. Crucial en promover estos nuevos roles de liderazgo femenino, es un
equivocado concepto de igualdad de la mano de los movimientos feministas.
Aunque muchos no son conscientes de
ello, la ideología más poderosa en dirigir la campaña para la ordenación de las
mujeres es, el feminismo. Esta ideología es muy seductora, ya que tiene sus
raíces en el pensamiento dominante de igualitarismo, que sostiene que la plena
igualdad entre hombres y mujeres puede lograrse mediante la eliminación de las
diferencias de género entre los hombres y las mujeres, en el hogar y en la Iglesia.
L@s defensores de la ordenación de
mujeres que han abrazado la mentalidad del feminismo, a menudo citan la
declaración del apóstol Pablo en Gálatas 3:28, como texto clave para justificar
su afirmación de que la Biblia enseña la plena igualdad entre hombres y
mujeres:
“Ya no hay judío ni griego; no hay
esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en
Cristo Jesús.”
En este artículo, voy a exponer
brevemente el feminismo, mostrando cómo su creencia en "plena
igualdad" repercute negativamente en algunas de las enseñanzas
fundamentales de la Biblia.
También voy a examinar el concepto de
igualdad, con el argumento de que las declaraciones no calificadas sobre la
igualdad del hombre y la mujer son peligrosamente imprecisas, lo que podría
inducir a error, y distorsionar gravemente la declaración del apóstol Pablo en Gálatas 3:28.
A continuación, voy a echar un vistazo
a una declaración de los escritos de Ellen White que demuestra que los
defensores de la ordenación de mujeres, a menudo malinterpretan para
justificar la visión sobre la igualdad, del feminismo.
Voy a concluir presentando, por qué la dogma
principal de plena igualdad del feminismo, plantea un desafío directo a nuestra
fe Bíblica.
La ideología Feminista
El “movimiento feminista” o el “movimiento
de las mujeres libres”, es una cruzada por la libertad, la igualdad y la
justicia. Aunque los creyentes en la Biblia, tienen buenas razones para
distanciarse de la ideología feminista, ellos comparten las preocupaciones
legítimas del movimiento respecto a cualquier forma de injusticia, deslealtad y
discriminación.
Las bases del movimiento feminista son
cuestiones relativas a la mujer insatisfecha y herida. Las mujeres han sido con
demasiada frecuencia tratadas injustamente y consideradas ciudadanos de segunda
clase en el mundo. Han sido heridas en la casa también, donde han tenido que
vivir bajo un inadecuado liderazgo masculino. Muchas están experimentando
frustración en el matrimonio, ya que sufren por parte de maridos abusivos,
negligentes y dominantes. Cuando intentan desafiar las injusticias, muchas
mujeres sienten que la sociedad está del lado de los hombres que han abusado de
ellas.
Aunque no es una feminista, o una
creyente en la ordenación de las mujeres, una mujer Cristiana y conocida autora,
ha percibido acertadamente las experiencias de muchas mujeres heridas:
“Yo
soy una mujer. He experimentado el desprecio y la superioridad arrogante con
que los hombres, a veces, me trataron. He escuchado insultos en contra de mis
capacidades, mi inteligencia y mi cuerpo. He ardido de ira, al tener que limpiar
la sangre, en la cara de una mujer maltratada. He llorado con mujeres que han
sido duramente, brutalmente violadas - violadas en la esencia misma de su ser.
He enfermado por culpa del pervertido abuso sexual contra niñas. He boicoteado tiendas
que venden imágenes pornográficas de mujeres. He desafiado hombres que con
sarcasmo degradan a las mujeres con su "humor masculino". Y he salido
de los servicios de cultos, en iglesias donde los pastores, descuidadamente,
difaman a lo que Dios ha llamado santo. A menudo soy herida y enojada por
sexistas, sí, SEXISTAS, a los cuales actos demandan la ley civil. Y me duele
profundamente la distorsión de la relación, que Dios creó tan armoniosa y
buena. Como mujer, siento la batalla; siento el pecado. El feminismo identifica
problemas reales que exigen respuestas reales.” Mary A.
Kassian, The Feminist Gospel: The Movement to Unite Feminism With the Church
[El Evangelio Feminista: El
Movimiento para Unir el Feminismo con la Iglesia].
En efecto, el feminismo identifica
estos asuntos legítimos de dolor de las mujeres y el trato injusto. Pero al
tratar de resolverlos, l@s feministas recurren a soluciones inadecuadas y anti-bíblicas.
Los siguientes, son algunos de los aspectos preocupantes de la ideología
feminista.
1. La obliteración [anular, borrar] de los roles de género.
L@s feministas creen que la
diferenciación de roles, que Dios estableció en la Creación para gobernar la
relación complementaria entre hombre y mujer, hace al hombre superior y la
mujer inferior. Creyendo que son privadas de su verdadera y propia dignidad
femenina, algunas mujeres buscan la afirmación personal, la plena igualdad y la
justicia humana, al tratar de ser como los hombres, o al tratar de rechazar
todas las distinciones de funciones, en el hogar y en la Iglesia. Con el fin de
estar libres de la supuesta condición de segunda clase como resultado de la
diferenciación de roles de género, algun@s feministas radicales han luchado en
contra de la institución del matrimonio y la crianza de niños, que creen que
las confinan a determinados roles. Otr@s han tomado la cuestión con la religión
organizada, en particular el Islam y las religiones Judeo-Cristianas, cuyas enseñanzas
de liderazgo o dirigente masculino, son interpretadas en el sentido de que las
mujeres son esclavas de los hombres a través de la completa sumisión y
obediencia.
2. El lesbianismo.
Teniendo la idea de que las relaciones
sexuales con hombres permiten a los hombres ejercer poder sobre las mujeres, las
feministas proponen muchos encuentros sexuales que son totalmente
independientes de los hombres. Para algunos, el lesbianismo es una manera en
que la mujer puede estar libre del patriarcado, o el liderazgo masculino, con el
fin de conocer y experimentar su verdadero ser interior. Una prominente
feminista declara:
“El
liberalismo feminista (mujeres) y el liberalismo homosexual (hombres), están
luchando por un objetivo común: una sociedad libre de definir y categorizar a
las personas por razón de género y/o preferencia sexual.
"Lesbianismo" es una etiqueta que se utiliza como un arma psíquica
para mantener a las mujeres encerradas en su masculinamente-definido, "rol
femenino". La esencia de esta función, es que una mujer se define en
términos de su relación con los hombres.”
La cita es atribuida a la conocida
feminista Kate
Millet y presentada por Mary A. Kassian, en The Feminist Gospel, p. 85.
3.
La Brujería.
Además
del lesbianismo, much@s feministas tampoco ven nada malo en la brujería y en las
religiones de la diosa madre,
características en la antigua adoración cananea de fertilidad. L@s feministas
insisten en que las brujas, son mujeres espirituales, no hechiceras malignas.
Apuntan a la quema de brujas en la Edad Oscura, y afirman que fueron quemadas
como brujas "por ser mujeres y por
poseer un poder de curar que era inaceptable para el sistema masculino
(machista)". (“So argues pagan witch” Margot Adler, citada por Mary A. Kassian, en The Feminist Gospel , p. 78)
Otra escritora feminista, sutilmente,
dirige la culpa a la religión monoteísta:
"Cuando
las religiones patriarcales y proféticas (Judaísmo, Cristianismo, Islam) se encontraron
con las prácticas de la diosa, del Medio Oriente, intereses poderosos han entrado
en conflicto. El control masculino, la autoridad social, y la construcción
teológica (de un Dios masculino) fueron todos obligados a ver el Templo de
adoración a la diosa como extremadamente peligroso. Desde cuando las religiones
patriarcales han ganado la batalla, sus autoridades bíblicas y culturales se
convirtieron en la "ortodoxia", y la religión de la fertilidad femenino-orientada,
se convirtió en herejía." (Denise Lardner Carmody, Women and World Religions, p. 32. Citada
por Mary A. Kassian, en The Feminist Gospel, p. 155).
4. La Redefinición de Dios.
Mientras que l@s feministas dentro del
Cristianismo no pueden ir tan lejos en su guerra contra el matrimonio y la
religión Judeo-Cristiana, y en su esfuerzo de promover el lesbianismo y la
brujería, algun@s hacen todo lo posible por redefinir a Dios en el marco del neutralismo
en género (no existe ni hombre, ni mujer, sino… el ser humano). Ell@s tratan de
deshacerse del supuesto lenguaje ofensivo de la Biblia (es decir, sexista,
machista o patriarcal), y reemplazarlo con términos de género globales, para
borrar la distinción hombre-mujer.
En consecuencia, “Son of God” [Hijo
de Dios] se convierte en "Child of God” [child en inglés, se usa para definir a los niños
de ambos sexos -niño/niña]-“Niñ@s de Dios, “Son of Man” [Hijo
del Hombre] se convierte en “Human
One” [El Humano],“Heavenly Father”
[Padre Celestial] se convierte en "Heavenly Parent” [parent en inglés, es papá y mamá a
la vez, sin distinguir el género; es como decir en español, mis padres, hablando
de mamá y papá], y el Dios de Abraham, Isaac, y Jacob se transforma en
una madre diosa llamada Sofía.
[Existen muchos artículos religiosos en
revistas y diarios americanos e ingleses, y también europeos, que tratan este
tema, alertando el Cristianismo contra el peligro de la infiltración de las
religiones paganas, a través del feminismo. Pero ¿a quién interesan estas cosas?
El Pueblo de Dios tiene hoy otras importantes tareas, que nada tienen que ver
con la religión –la más importante es, predicar “paz y amor” sin conocer ni la
Paz, ni el Amor de Dios.]
Una de las formas en que el feminismo
de la religión de la diosa se está infiltrando
y expandiendo en las principales denominaciones Cristianas, es a través de su
intento sistemático de feminizar a Dios. Por ejemplo, en el nuevo libro de
culto de la Iglesia Unificada de Canadá (la denominación Protestante mas grande
de Canadá), los términos religiosos antiguos han sido cambiados con “fórmulas espirituales frescas”; en los
bautismos, ya no es necesario decir, “En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, en cambio, ahora se
puede bautizar en el nombre del "Creador,
Liberador y Sanador" o, en su defecto, “en el nombre de Dios, la fuente de amor”, “en el nombre de Jesucristo el Amor encarnado”, y “en el nombre del Santo Espíritu el poder
del amor”.
En sus primeras 100 páginas del libro hay
una sola referencia a Dios como "Padre", y los miembros de la iglesia
oran al "Dios Padre y Madre", o más simplemente a la, "Madre
Dios".
Incluso en nuestra propia Iglesia, la
IASD, algunos estudiosos están promoviendo el Espíritu Santo como el miembro
femenino de la divinidad y en repetidas ocasiones se refieren al Creador como
"él/ella". (Steve
Daily, Adventism for a New Generation, [Adventismo Para Una Nueva Generación], pp.
88, 105, 113).
5. Lenguaje sensible al género.
Es la misma ideología feminista que
subyace en el gran impulso para el lenguaje no sexista, como en diversos
servicios de adoración y esfuerzos de cambios en la traducción de la Biblia. Si
bien puede haber un lugar legítimo para el lenguaje no sexista, es un error
intentar neutralizar el género, el cual Dios separó distintivamente; “Varón y hembra los creó”.
Un ejemplo de esto ocurrió en la sesión
de 1990 en la Conferencia General de Indianápolis, cuando los delegados (quizás
sin saberlo) votaron a favor de revisar las declaraciones del Manual de la
Iglesia sobre los oficios y funciones de los ancianos de la iglesia a lo largo de líneas de género neutro.
Otro ejemplo, es la práctica reciente de
los responsables del Patrimonio de Ellen White, de revisar algunos de los
escritos de la profeta, respecto a frases sensibles al género. Este es el caso
de los libros devocionales más recientes y algunos títulos de nueva emisión.
Uno puede entender que se hagan cambios menores, para hacer su obra legible y
comprensible, pero creamos un problema teológico importante cuando introducimos
un lenguaje global (sin género) en sus obras, de tal manera que cuadre con el
deseo de cambiar fundamentalmente sus enseñanzas con respecto a las
distinciones de roles en el hogar y en la Iglesia.
(Nota del
autor: “Los pequeños cambios pueden incluir la reducción de largas frases para
su mejor lectura, o sustituir palabras y expresiones que han perdido su validez
(o mejor todavía; poniendo las antiguas palabras entre comillas). Estos menores
cambios son comprensibles, debido a que no son motivados de ideología feminista.
Mas bien, es un sincero intento de alcanzar gente que no es familiar con el
inglés del siglo 19. Según he comprendido El Patrimonio EGW no va a cambiar el
lenguaje de los títulos familiares cuando estos serán re-editados. Sin embargo
cuando se renueva una versión de, por ejemplo, El Ministerio de la Salud, esta recibirá otro nombre (titulo), para
no confundirse con el libro original.”
[Nota del
traductor: Para tener la visión completa de los escritos proféticos de Ellen
White, es aconsejable leer el libro “Conflicto de los Siglos”, en lugar de
“Conflicto Cósmico”, o “El Deseado de Todas las Gentes”, en vez de “La vida de
Jesús” y siempre que sea posible, en inglés y ediciones antiguas inalteradas. Personalmente
no estoy de acuerdo con los títulos en español, ya que no reflejan el impacto
original de la obra. Por ejemplo el título “Conflicto Cósmico” hace a muchos pensar
en un libro de parapsicología, paranormal, o aventuras espaciales. Cuando
trabajaba como Colportor, muchas personas solamente al ver la portada y el
título, me cerraron la puerta sin aceptar ninguna aclaración, y muchísimos me
dijeron que no están interesados en libros de parapsicología. El titulo
correcto de esta gran obra es, “La Gran Controversia, entre Cristo y Sus
Ángeles y Satanás y sus ángeles” o simplemente, “La Gran Controversia”, pero en
absoluto no, “El Conflicto de los Siglos”, y en absoluto no esa portada mal
inspirada. Lo mismo pasa con el majestuoso, “El Deseado de Todas las Épocas”
(titulo original), que en español fue cambiado por, “El Deseado de Todas las
Gentes”, de modo que uno puede pensar en una novela secular de amor. Vivimos en
un mundo muy peligroso… donde cualquier palabra puede tener una importancia
eterna.]
Sea que se den o no se den cuenta, l@s
que enseñan el papel unisex en el hogar o en la iglesia, son impulsad@s por
la misma ideología feminista. El ejemplo más reciente de esto, se encuentra en
el muy publicitado libro a favor de la ordenación, “Mujeres en el Ministerio”,
en el que algunos de los estudiosos de nuestra Iglesia, intentan probar que
hubo por lo menos una mujer sacerdote en el Antiguo Testamento y algunas
mujeres apóstoles y ministros [pastores], en el Nuevo Testamento.
El relevante libro de María Kassian, “El
Evangelio Feminista: Un Movimiento para Unir el Feminismo con la Iglesia”, también
muestra de manera convincente que, además de dar forma a las discusiones
contemporáneas sobre los papeles masculinos y femeninos en el hogar y en la Iglesia,
la filosofía feminista también se expresa en diversas denominaciones a través
de mujeres que forman equipos de trabajo feministas, en los colegios y
universidades, a través de cursos de estudios presentados por mujeres
feministas, y en los seminarios a través de las teologías de mujeres
feministas.
6. Cuestionando la Autoridad y la Inspiración de la Biblia.
L@s feministas perciben la Biblia como productor,
y también como, producto de opresión femenina. Afirmando que algunas
partes de las Escrituras inspiradas, contienen prejuicios contra los derechos y
las aspiraciones de las mujeres, ell@s sugieren que hay grados de inspiración en
la Biblia -las partes menos inspiradas siendo supuestamente contaminadas con
prejuicios masculinos y otros errores.
Así pues, ell@s consideran que
cualquier pasaje de la Escritura que no defiende el principio de plena
igualdad, redefinido para significar la ausencia de diferenciación de roles
dentro de la asociación complementaria entre hombres y mujeres, es catalogado
como sexista y tendencioso, y por lo tanto no inspirado.
Una autora ha resumido acertadamente el
punto de vista de los teólogos feministas:
“La
Biblia fue escrita en una sociedad patriarcal, por gente, en su mayoría
hombres, para guardar el sistema (patriarcal) en la cima. Ella [la Biblia] personifica el androcentrismo, es decir, una filosofía centrada en el
hombre, y las presuposiciones de aquella sociedad, y legitima el sistema
patriarcal, que es de dominio masculino, estructuras sociales que sostenían aquel
mundo junto. Su lenguaje [el de la Biblia], es abrumadoramente orientado hacia el hombre, tanto en su referencia a
Dios, como en referencia a las personas. En resumen, la Biblia es un libro
escrito por hombres, a fin de contar su
historia para su propio
beneficio. Como tal, enfrenta a hombres y mujeres inspirados por la justicia,
con un problema enorme. No es en absoluto cierto que la Biblia puede sobrevivir
a este reto, o que puede atraer la lealtad de la gente que milita para justicia
y libertad en un mundo postmoderno.” (Sandra M. Schneiders, "Does the
Bible Have a Postmodern Message? [¿Tiene la Biblia un Mensaje Posmoderno?]
Noten que la Biblia, por su contenido
machista, no puede atraer la lealtad de
l@s que militan para la libertad y justicia.
En otras palabras, y con mucha
sutileza, se nos hace pensar que los que sí, aceptamos la Biblia como siendo la
Palabra inspirada por Dios, somos machistas y deseamos un sistema patriarcal en
contra de las libertades de l@s demás. Probablemente el lector se da cuenta
hacia dónde va “el tren”, (aquel tren
sobre el cual escribió la Hna. Ellen White hablando del inicio de la apostasía
-Alfa- y su fin -Omega), y cómo no, sobre el cual la Biblia nos advierte que dentro
de nada, los Cristianos van a ser acusados que van en contra de la paz mundial
con su dogmatismo bíblico machista y terrorista.
6. La reinterpretación de las Escrituras.
En declarar las distinciones de género
como obsoletos, l@s feministas adoptan una actitud que niega la plena
inspiración de la Biblia, y que utiliza los métodos más críticos en su interpretación.
En consecuencia, l@s intérpretes feministas no sólo escogen y eligen de la
Biblia lo que desean, pero también sospechan del texto bíblico, no
confiando en él. Usando los dos principios, selectividad y escepticismo, l@s
intérpretes feministas insisten en que cuando se acercan a las Escrituras, "nuestra ideología prevalece sobre la
ideología de la literatura bíblica." De este modo, la Biblia para
ell@s es transformada en un libro de pura literatura religiosa no inspirada.
Esta concepción peligrosa está siendo introducida en la Iglesia sin que la
mayoría noten su entrada y fatalidad.
Un ejemplo clásico de la interpretación
liberal de la Biblia por parte del feminismo liberal, se encuentra en el libro
“La
Mesa de bienvenida”, un volumen pro-ordinación, escrito por 14 líderes
en pensamiento, todos, Adventistas del Séptimo Día.
En ese libro, algunos de los autores
argumentan que los pasajes bíblicos (como Efesios 5:22-33; Colosenses 3:18,19;
1ª Pedro 3:1-7; 1ª Corintios 11:3,11,12; 14:34,35; 1ª Timoteo 2:11-14; 3:2; y
Tito 1:6), que los Adventistas históricamente entendieron como sobrellevar diferenciar
y sentar, los roles entre hombres y mujeres tanto en el hogar como en la Iglesia,
son el producto de la ilógica, o de las interpretaciones rabínicas erróneas, de
los escritores de la Biblia en boga en su época.
Razonando a través de la filosofía
feminista y con mucha crítica bíblica, algunos de los autores del libro, sostienen
que el apóstol Pablo cometió un error en su interpretación de Génesis 1-3,
cuando fundamentó su enseñanza sobre la distinción de roles entre hombres y
mujeres en la Creación y la Caída. Ellos afirman que las declaraciones del
apóstol Pablo eran simplemente la expresión de su opinión personal no inspirada
-opinión que refleja su cultura, y por lo tanto no se aplican a nosotros. Para
estos autores, Pablo era "un hombre
de su tiempo". De vez en cuando, él vislumbró el ideal que Jesús
estableció durante su tiempo en la tierra, sin embargo, nunca llegó "al ideal evangélico" de la
plena igualdad o intercambiabilidad completa de funciones en el hogar y en la Iglesia.
7.
La Transformación del Ministerio de la Mujer.
Históricamente, la Iglesia Adventista
del Séptimo Día siempre ha fomentado la participación activa de las mujeres en
el ministerio de ganar almas. Las mujeres lo hacen sin ser ordenadas como
ancianos o pastores. Este es todavía el caso, especialmente en los países en
desarrollo.
Sin embargo, en ciertos lugares (en
particular, y cada vez más, en las regiones industrializadas del mundo), los
ministerios de la mujer en esas iglesias, han sido secuestrados y adaptados a
los ministerios feministas, para impulsar la agenda de la ordenación de
mujeres. Luego, en formas muy sutiles, l@s defensores acusan a los que
justificadamente se oponen a la ordenación de mujeres, como oponiéndose al
ministerio de la mujer. Tratan también de dar credibilidad a su agenda
feminista, cuando comparan la transformación del ministerio de la mujer, con la
práctica legítima en los países en desarrollo, donde la mujer tiene un rol nulo
en la sociedad. Por lo tanto, l@s feministas toman el término "ministerio
de la mujer", vaciado de su verdadero significado, y luego inyectarlo con
un sentido feminista. De esta manera, los miembros de la Iglesia que no
sospechan nada, no ven claramente la diferencia.
Un escritor y experimentado pastor
ofrece este breve resumen, contrastando los ministerios feministas de hoy día con
los ministerios de las mujeres de los pioneros Adventistas:
“Hoy
en día, los ministerios feministas contrastan fuertemente con el Ministerio de
la Mujer en aquel entonces. Mientras que la espiritualidad era el fervor que
impulsaba a las hermanas Adventistas del primer movimiento, parece que hoy, la
espiritualidad está debajo de los “derechos y libertades” de las supuestas
misioneras; mientras que la ganancia de almas era todo el propósito de las
primeras Adventistas, no siempre parece ser lo más importante en el “ministerio”
de hoy; mientras que el primer movimiento destacó el valor y la influencia de
una mujer en la escena doméstica en el hogar, tal concepto parece casi
repulsivo para much@s en el segundo movimiento; mientras que el poder correspondía
al Espíritu Santo en el primer movimiento, uno casi siente que el poder
corresponde a la posición, en el actual.
Podemos
aplaudir los Ministerios de la Mujer en los países en desarrollo, donde las
mujeres son muy activas en ganar almas y compartir su fe. ¡Alabado sea el Señor
por su fe y su obra de sacrificio! Las iglesias están creciendo porque las
mujeres han capturado el espíritu de los pioneros en su área. Deberíamos (en
los países desarrollados) avergonzarnos alterar su forma de ministerio, e
infectarlo con la lucha feminista.” (Laurel Damsteegt, "Shall Women Minister?" [¿Deberían
las Mujeres Evangelizar?]).
Resumen.
La campaña del feminismo para la
igualdad plena, prepara la base para la ordenación de mujeres en la IASD. La oposición
fundamental de esta ideología frente a la enseñanza de la Escritura sobre la
distinción de roles entre hombres y mujeres en la Iglesia, lleva a algun@s
feministas a promover el lesbianismo y la brujería, a redefinir y feminizar a Dios,
a impulsar de manera indiscriminada al lenguaje no sexista, a cuestionar la
inspiración y la autoridad de la Biblia, a adoptar la alta crítica y
reinterpretar la Biblia, y a incorporar los Ministerios de la Mujer en los
ministerios feministas.
Fin parte 1
[Este artículo es una
traducción del original en inglés, escrito por el Hno. Samuel Koranteng-Pipim,
Doctor en Teología, Director del Campo Publico Misionero en la Conferencia
Michigan, Autor de los libros; “¿Debemos guardar el silencio?” y “Recibiendo la
Palabra” -en inglés. Lo que aparece entre corchetes [ ] son las aclaraciones
personales del traductor]
traducido por
claudio popa
10/02/2013
Burgos, España
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