(todas las citas
en cursivas han sido tomadas del libro de Howe, Daniel Walker, “¡Lo que hizo Dios!” - Oxford: Historia de los
Estados Unidos de 1815 a 1848, Nueva York: Oxford
University Press, 2007. Página 32-36, 52, 53, 167, 222.
Daniel Walker Howe ha ganado con
este libro el Premio Pulitzer para Historia. Él es Profesor Emérito de Historia
en la Universidad de California en Los Ángeles y Profesor Emérito de Historia
Americana en la Universidad de Oxford.)
¿QUÉ HACER CON UNA PROFETISA MUERTA?
El mundo en que nacieron las hermanas
gemelas, Elizabeth y Ellen Harmon, el 26 de noviembre de 1827 era más como un
país del tercer mundo que los EE.UU. de hoy, según describe Daniel Walker
Howe en su libro, "¡Lo que hizo
Dios!”.
Ellen y Elizabeth |
Suciedad, Hedor y Descalzos
“La
vida en América era sucia, maloliente, penosa e inconfortable. La gente
dedicaba la mayor parte de su tiempo trabajando, con escasa oportunidad para el
desarrollo de los talentos personales, en otra cosas que no sean relacionadas con
la agricultura. … "Los zapatos a medida siendo caros e incómodos, la gente
del campo y las personas comunes, en general, andaban descalzos la mayor parte
del tiempo." ... "La gente tenía pocos cambios de ropa y apestaban a
sudor. Solamente los más exigentes se bañaban tan a menudo como una vez por
semana. . . . Todavía en 1832, un médico
rural de Nueva Inglaterra se quejó de que cuatro de cada cinco de sus pacientes
no se bañan de un año al siguiente."
Los Esclavos Eran la Clave
"En
1815, de los cerca de 8,4 millones de personas en los Estados Unidos, casi 1,4
millones eran mantenidos en esclavitud hereditaria, como propiedad personal de
sus dueños .... La opinión pública, en general, consideraba esto un mal
lamentable, en contra del Cristianismo y los derechos naturales. Sin embargo,
ningún blanco estaba dispuesto a ser gravado de pagar una indemnización a los
propietarios por liberar a sus esclavos."
Dieta y Bebidas
"Los estadounidenses comían trigo, carne
de res, y patatas en el Norte, y maíz, carne de cerdo y patatas dulces en el
Sur. Las frutas aparecían sólo en temporada. La leche, el queso y la
mantequilla eran abundantes, pero no había refrigeración, las bacterias no se
habían descubierto todavía y la pasteurización no se inventó hasta 1864." Como
escribe Howe, "la dieta era monótona
y astringente, demasiado alta en grasa y sal."
Puede que te sorprenda saber que
el consumo de alcohol era mucho mayor en 1825 que en 2015!
"En
1825 el estadounidense promedio, de más de 15 años de edad, consumía siete
litros de alcohol al año, la mayoría en forma de whisky y sidra fuerte."
(Hoy ha bajado a menos de dos
litros, en su mayoría cerveza y vino.) "Todas las clases bebían muchísimo; los
estudiantes universitarios, los jornaleros de imprenta, los trabajadores
agrícolas; los peones de la construcción eran especialmente notorios. Los niños
escolares podrían enfrentarse a un maestro ebrio en el aula sin que eso sea
considerado algo anormal".
Las Viviendas
"La luz interior era escasa y
preciosa; las familias hacían sus propias velas, malolientes y humeantes, utilizando
sebo animal [grasa fundida]. Una sola chimenea proporcionaba a la vez la herramienta
para la cocina y la calefacción para una casa común. Durante el invierno, todos
los miembros de la familia, dormían en la habitación donde había el fuego,
varios en cada cama. La privacidad para los matrimonios era un lujo.”
Relaciones Sexuales Peligrosas y Médicos Peligrosos
Tal vez la falta de privacidad fue una
bendición disfrazada para las esposas americanas, porque, "las mujeres daban a luz hijos en angustia y peligro, haciendo que
su esperanza de vida ... sea más corta que la de los hombres. Una vez nacidos,
los niños a menudo sucumbían a enfermedades como la difteria, la escarlatina, y
la tos ferina. Un tercio de los niños de raza blanca y más de la mitad de los
niños negros murieron antes de llegar a la edad adulta.” … "Los médicos
escaseaban y los hospitales eran casi desconocidos. Esto resultó ser una
bendición disfrazada también, porque los médicos hacían tanto daño como bien y
el hospital era una incubadora de infección."
El Matrimonio de Ellen White
Ellen se casó con James Springer White
cuando tenía 17 años de edad. Sus hijos fueron en orden: Henry, Edison, William,
Herbert. Henry, el primogénito, murió a los 16 años por neumonía, y Herbert el último nacido, murió
antes de cumplir 3 meses de edad.
James White murió a los 53 años, después
de sufrir varios ataques cerebrales.
Las Comunicaciones Eran Lentas
"La
comunicación en América a principios del siglo XIX significaba generalmente el
transporte de un objeto físico de un lugar a otro, como una carta, un
periódico, o incluso un mensaje adjunto a la pata de una paloma mensajera.
Tardaba 50 días para que las noticias de Liverpool lleguen a la ciudad de Nueva
York, un día más para llegar a Filadelfia, dos días para llegar a Boston, 2-5
días para llegar a Washington DC, y 10 días o más a Charleston. De hecho, la
última batalla de la guerra de 1812 con Gran Bretaña fue ganada por el General
Andrew Jackson dos semanas después de que el Tratado de Gante sea sido firmado
en Europa el 24 de diciembre de 1814, terminando formalmente la guerra. Pero
debido al duro invierno de 1814-1815, el presidente de Estados Unidos en
Washington DC, no supo de la victoria de Jackson en Nueva Orleans hasta cuatro
semanas más tarde cuando la noticia fue traída por los jinetes más rápidos,
llegando el 4 de febrero. Y la noticia de que la guerra había terminado antes
de la víspera de Navidad ya no llegó desde Europa hasta febrero.”
Cambios Después de 1844
Por el tiempo cuando la hermana White (como
era conocida por los Adventistas) murió, a 87 años de edad, debido a una caída que
le causó la fractura de la cadera izquierda, lo que la mantuvo en la cama
durante los últimos cinco meses de su vida, el estatuto de tercer mundo de los
Estados Unidos (que en el momento de su nacimiento era como el de África rural
hoy), estaba cambiando rápidamente.
Aunque Ellen White posiblemente no supo
esto, el cambio había comenzado en 1844; no el 22 de octubre, sino el 24 de
mayo, cuando el profesor Samuel F.B. Morse, sentado en medio de una silenciosa reunión
de distinguidos líderes nacionales, en las salas de la Corte Suprema de los
Estados Unidos, en Washington, tecleó un mensaje, en un dispositivo de
complicados engranajes y cables enrollados: “¡Lo que hizo Dios!”. A 64
kilómetros de distancia, en Baltimore, el asociado de Morse, Alfred Vail recibió
las señales eléctricas y envió el mensaje de vuelta. La invención que habían demostrado
era destinada a cambiar el mundo.
No sólo había ahora oficinas de
telégrafo en todas partes en los EE.UU., pero muchas ciudades tenían electricidad,
los ferrocarriles iban a todas partes, y los automóviles se estaban haciendo en
la fábrica de Henry Ford en Detroit, los aviones volaban, Hollywood estaba
haciendo películas mudas, y los primeros submarinos se preparaban para la
Primera Guerra Mundial.
La cadera rota de Ellen White fue
radiografiada en el Sanatorio Adventista de Napa Valley. El Canal de Panamá fue
completado, la leche podría ser pasteurizada, la esclavitud había sido abolida,
e incluso las mujeres podían votar en los nuevos estados, primero en Washington,
después en California, Oregón, Kansas, Arizona e Illinois.
Siglos atrás, Guttenberg, con los tipos
móviles, había hecho los libros disponibles para el mundo en que nació Ellen
White. Pero el proceso era muy lento y laborioso y mucha familias sólo tenían
un libro, normalmente la Biblia. Había llegado el tiempo de la impresora
rotativa. El papel hecho no de tela vieja sino más barato y más disponible, de
la pulpa de madera, podría producirse ahora no hoja por hoja, sino por enormes rollos
(en 1860).
La impresión rotativa, la impresión
offset [ófset], la tipografía en metal caliente hicieron posible que los
inspirados divinamente libros y revistas de Ellen White proliferan, "como
las hojas de otoño".
¿Qué dejó Ellen White?
En las Biblias presentes en la mayoría
de los hogares de EE.UU. en el siglo XIX, el inspirado profeta Judas, había dejado
un pequeño libro con 25 versículos y 605 palabras traducidas en inglés. La
Iglesia Adventista de todo el mundo estudió recientemente los escritos del
inspirado hermanastro de Jesús, en las lecciones de Escuelas Sabática; Jacobo tiene algunos párrafos registrados en el Libro de Los Hechos, y luego un solo Libro
de 5 capítulos y 2.304 palabras. El médico inspirado, Lucas, nos dejó dos Libros, con un total de 52 capítulos y 49.869 palabras en inglés; y los cinco Libros del inspirado Moisés, contienen un total de 127.840 palabras.
Nuestra profetisa inspirada, Ellen
White, por otra parte, nos ha dejado: 100 libros, 5.000 artículos
periodísticos, y un total de aproximadamente 2.500.000 (dos millones y
quinientas mil) palabras.
¿Qué vamos a hacer hoy con alguien proveniente
de un mundo tan diferente al nuestro, que nos dejó tan enorme, inspirada y
prodigiosa producción?
¿Cómo podemos poner en pie de igualdad
a Ellen White con los demás escritores inspirados como Moisés, Lucas, Santiago
y Judas? ¿Quiso Dios cansar una pobre mujer y hacer gastarse en vano tiempo, papel y tinta? ¿Y si no, por qué y para quién escribió tanto Su profeta? ¿Y qué hacemos nosotros hoy con
los escritos de la Inspirada, que muchos consideran... expirada?
“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande que fue anunciada primeramente por el Señor, y nos fue confirmada por los que le oyeron.?” Hebreos 2:3
“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande que fue anunciada primeramente por el Señor, y nos fue confirmada por los que le oyeron.?” Hebreos 2:3
Que impactante cantidad de publicaciones. Aún así no leemos, verdaderamente el pueblo de Dios se perderá por falta de conocimiento.
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