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martes, 27 de noviembre de 2018

El espíritu de Jezabel (parte 2)


Levítico 26:1-13 documenta lo que se requiere de nosotros para tener “lluvia” o bendición y no desolación.

Para comprender que la idolatría está prohibida Dios dice a Su pueblo,
"No os haréis ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra imagen de piedra para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios."

El pasaje es claro: no podemos adorar ídolos. Debes saber que el espíritu de Jezabel nos presiona para que nos inclinemos a la inseguridad, la inferioridad, al temor al fracaso, egoísmo, y a otras mentiras o engaños, que son idolatría. 
En Levítico 26:3-4 leemos lo siguiente: "Si anduviereis en Mis decretos, y guardareis Mis mandamientos, y los pusiereis por obra, Yo os daré lluvia en su tiempo, y la tierra dará su producto, y el árbol del campo dará su fruto;
Nota que Dios nos da lluvia si caminamos en Sus estatutos y guardamos Sus mandamientos, en otras palabras, si nosotros los cumplimos. Querido lector, se trata de permanecer en obediencia, algo que Jezabel se desespera por impedir que consideremos. Si hacemos como Dios nos ordena, tendremos la victoria sobre las desolaciones de Jezabel. Al leer hasta el versículo 13, vemos que si caminamos en obediencia las consecuencias serán:

  • Tener paz en nuestra "tierra" (vida).
  • No temer nada (inseguridad financiera, social, inferioridad, hombres, etc.).
  • Estaremos “saciados” de cosas buenas y viviremos seguros en nuestra tierra.
  • Dios perseguirá a nuestros enemigos (eso implica a Jezabel, entre otros).
  • Dios nos mostrará Sus bendiciones y probaremos la felicidad celestial aquí en la Tierra.
  • Dios establecerá y ratificará Su pacto con nosotros (el Pacto Eterno, como vamos a ver más adelante, quiebra el yugo de Jezabel).
  • Dios habitará en nosotros y en medio de nosotros. Él caminará con nosotros y entre nosotros. Será nuestro Dios y nosotros seremos Su pueblo.
Amigos, sería una lastima no creer y aceptar las promesas de Dios. Él promete que si lo buscamos, se revelará a Sí Mismo.
Aunque el espíritu de Jezabel trata de destruir nuestro caminar con Dios una y otra vez, nosotros debemos elegir la senda de la obediencia sin importar dónde esta nos conduzca. Obedecer no solo con los oídos sino con los hechos, mostrar en nuestra vida, en nuestras acciones, la obediencia a los Mandamientos de Jehová. Porque oír y hablar es fácil pero a la hora de hacer, la mayoría fracasa y defrauda al Señor, se juntan con Jezabel y reciben su espíritu y lo demuestran en sus vidas sin siquiera darse cuenta.

Si nos analizamos bien a nosotros mismos, y aún nos queda algo de dignidad y poder de aceptar nuestras faltas (conciencia no cauterizada), posiblemente nos vamos a sorprender cuan profundas son las raíces de ese espíritu infernal en nuestra vida. Y posiblemente alguno (este es el principal propósito de este estudio) podrá abrir los ojos y volver del camino de perdición.

"Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". (1ª Juan 1:9)


Amigos, el confesar, siempre debe ser acompañado por el, dejar de pecar, dejar de cometer lo que sabemos que va en contra de los principios divinos. Porque, aunque el espíritu de Jezabel nos dice que Dios nos ama aunque somos pecadores, insinuando que Dios nos ama si seguimos pecando, eso no es así. Dios nos perdona solo si dejamos de pecar, amigos. Nadie recibe el perdón de Dios si sigue pecando.

"Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro alto." Levítico 26:13

El Señor afirma que Él sacó a Su pueblo de la esclavitud de Egipto, lo libró del pesado yugo. También liberó a las generaciones que siguieron de los yugos de esclavitud. Él quebró los yugos y los liberó. Dios promete hacer lo mismo por nosotros en la actualidad. Él puede quebrar el yugo del espíritu de Jezabel que te tiene cautivo, el pesado yugo de la incredulidad, desesperación y ruina completa, la desolación que provoca Jezabel. También quebrará los yugos de engaño y toda forma de esclavitud que Satanás puede usar contra ti. Sí, Dios te promete esto hoy. ¿Por qué no creerlo, querido amigo? ¿Por qué no creerlo, querida amiga?
Mira, cuan hermosa y maravillosamente promete Dios obrar contigo si decidirás hoy obedecerlo y seguirlo:
“Determinarás asimismo una cosa, y te será firme; y sobre tus caminos resplandecerá la luz." Job 22:28)

Así que tendrás éxito en todo lo que emprendas, y encontrarás solución a todos tus problemas. Por lo tanto, debes saber que serás guiado por el Espíritu Santo para tomar decisiones que se cumplirán sin falta, porque serán decisiones que tomarás guiado por el maravilloso Consejero, el Cielo estará de tu parte. 
La obediencia a los Mandamientos de Dios, amados, al contrario de ser algo "restrictivo" y prohibitorio", como nos quiere hacer creer Satanás personificado por el espíritu de Jezabel, solo trae lluvia de bendición y felicidad al alma cansado de este mundo de pecado y rodeado de inseguridad, incertidumbre, sufrimiento y muerte.

Un tiempo para la autorreflexión

No siempre los israelitas se alineaban detrás de Moisés, y algunas veces el mismo Moisés pareció expresar algunos temores de ser incompetente. De todos modos, Dios le dio instrucciones para que les dijera que el “Yo soy” lo había enviado. ¿Hemos perdido de manera similar las directivas proféticas de Dios porque hemos sido engañados por alguna predisposición mental? ¿Hemos sido estrictos o críticos con otros pero superficiales y permisivos con nosotros mismos?
Queremos recibir una palabra del “profeta”, queremos saber qué hacer y como ser felices en este mundo y en esta vida misera, pero nos negamos rotundamente a prestar atención a los Escritos Inspirados. Hoy muchos quieren ser salvos, pero al mismo tiempo consideran que todos los dirigentes y miembros de la Iglesia han caído en apostasía y creen cada vez más firmes que la Iglesia de Cristo ha dejado de existir, y que de repente Dios, en vez de actuar organizado, ha cambiado Su forma de obrar en este planeta a desorganización, desorden, y por consiguiente, a una forma de obrar en caos. Y, amigos, ¿quién provoca el caos? El espíritu de Jezabel es cada vez más atrevidamente manifestado en y por los Cristianos y parece que pocos han quedado capaces de ver la ruina decimando al pueblo de Dios.

Recuerda la historia de Elías y del rey Acab! Cuando no se le presta atención a la palabra profética (a lo que dice el profeta de Dios), Jezabel puede con más facilidad poner su yugo en individuos desprevenidos y, los resultados son catastróficos: desolación en cada área de la vida (aunque con astucia satanás te puede hacer creer que, "todo está bien, hijo mio").
Tómate unos momentos para pensar en si el espíritu de Jezabel está tomando control de tu vida y posiblemente hasta ahora no te has dado cuenta. Esto es muy serio, amigos. Generalmente, ponemos las opiniones de las personas o las nuestras por encima de lo que dice Dios. Muchos afirman ser Cristianos, sin embargo, actúan en la vida conforme a lo que a ellos les parece mejor diciendo que, "es la voluntad del Señor". Afirman ser pueblo de Dios pero permiten "a esa mujer, Jezabel, que se dice profetisa, enseñar y seducir a Mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos." (Revelación 2:20)


Toma nota que se trata de una mujer "que se dice profetisa". Una mujer, sí. Porque a Satanás, amigos, le gusta falsificar la obra de Dios.
Amigos, hay otra mujer que no se dijo nunca ser profetisa pero, sin embargo, Dios uso para transmitir a Su pueblo y al mundo, el Ultimo Mensaje de Salvación. Esa mujer nunca se dijo a si misma profetisa pero su vida demostró que lo fue, y los que lo consideraron como tal encontraron el Camino a Cristo y la vida eterna. Esa mujer, llamada Ellen White, recibió de Dios y puso por escrito las indicaciones y la estrategia de lucha para la Guerra Espiritual, para el pueblo de Dios, y para que los demas habitanmtes de la Tierra conozcan y sepan como actuar y vencer en La Gran Controversia entre Cristo y Satanás, en que estamos todos involucrados.

Dos espíritus femeninos luchan, usando estrategias diferentes, para obtener control sobre tu mente. El espíritu de Jezabel y el Espíritu de Profecía quieren ganar tu confianza y poner su yugo sobre tu cuello. Uno parece ligero pero no lo es, el otro parece pesado pero no lo es (Mat 11:29-30).
¿Al cuál vas a elegir? ¿A quién vas a permitir controlar tu vida?

claudio popa,
burgos, españa,
30.11.2018




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