viernes, 17 de julio de 2015

Espíritu de Profecía - ¡Rebajando Autoridad!

Ellen G. White, Profeta de la IASD - (1827-1915)
          Con toda la excitación y la pasión rodeando el asunto de Ordenación de Mujeres previos y durante la Sesión de la Conferencia General de Adventistas del Séptimo Día, se ha prestado muy poca atención a la resolución que no sólo fue propuesta sino también aceptada, que rebaja completamente el valor del Espíritu de Profecía, los escritos de Ellen White, y por lo tanto cumple, con el ultimísimo engaño de Satanás, advertido por la profeta hace más de 100 años.

         “El ultimísimo engaño de Satanás será el dejar sin efecto el Testimonio del Espíritu de Dios. ‘Donde no hay visión el pueblo perece.’ (Prov 29:18). Satanás trabajará hábilmente en diferentes formas y mediante diferentes instrumentos para alterar la confianza del pueblo remanente de Dios en el Testimonio verdadero.” ( 1MS, 54; Carta 12, 1890).

          No muchos Adventistas perciben el peligro de esta resolución y los que lo hacen apenas se dan cuenta lo que esto significa en realidad. Para dar a los lectores un poco de información antecedente, el 7 de julio de 2015, en la sesión de la Conferencia General celebrada en San Antonio, Texas, se aceptó por mayoría de votos que se haga un cambio en la redacción de la Creencia Fundamental No. 18.

         La reformulación, como veremos más adelante, devalúa significativamente el don profético y los escritos de Ellen White. La versión modificada de La Creencia Fundamental 18 refleja el creciente desprecio y la progresión descendente en la actitud que los líderes Adventista del Séptimo Día y los miembros de la IASD tienen generalmente hacia los escritos de Ellen White. Echemos un vistazo a la declaración de creencias antes que fue modificada:
         “Uno de los dones del Espíritu Santo es la profecía. Este don es una señal identificadora de la iglesia remanente y es manifestado en el ministerio de Elena G. de White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una permanente y autoritaria fuente de verdad, que proporciona consuelo, dirección, instrucción y corrección a la iglesia. Ellos también establecen con claridad que la Biblia es la norma por la cual debe ser probada toda enseñanza y toda experiencia.”

          La reformulación revisada por el Consejo Anual de la IASD en el otoño de 2014, fue votada y aprobada en la Sesión de la Conferencia General de 2015. El informe es que, "los delegados votaron el La Creencia 18 según se presenta a continuación:
         “Las Escrituras testifican que uno de los dones del Espíritu Santo es la profecía. Este don es una marca identificadora de la iglesia remanente y nosotros creemos que fue manifestado en el ministerio de Elena G. de White. Sus escritos hablan con autoridad profética y proporcionan consuelo, orientación, instrucción y corrección a la iglesia. También dejan claro que la Biblia es la norma por la cual toda enseñanza y experiencia debe ser probada.”

          Por si alguien se perdió eso, observemos que la declaración enmendada, elimina las frases, "mensajera del Señor" y, "una fuente continua y autoritaria de verdad".

          Esta nueva redacción que elimina "una fuente continua y autoritaria de verdad", indica que los escritos de Ellen White ya no son considerados aplicables y pertinentes para hoy. En esencia, los líderes aprobaron y los delegados votaron, que los escritos de Ellen White han dejado de ser una fuente autoritaria de verdad. Además, la declaración revisada que dice que los escritos de Ellen White solamente "hablan con autoridad profética", circunscribe o confina la naturaleza autoritaria de los escritos de Ellen White solamente a la profecía.

          Sin embargo, el Espíritu de Profecía, que es el Testimonio de Jesús (véase La Revelación 12:17 y 19:10), abarca todos los aspectos de la vida humana, porque Cristo se preocupa de todas las esferas que pertenecen al hombre, física, mental y espiritual. El Espíritu de Profecía es por lo tanto mucho más que la predicción de eventos futuros.

          Antes de continuar, deseo comentar sobre la frase modificada en la declaración de la Creencia No. 18, que dice que los escritos de Ellen White hablan con “autoridad profética”.
         Eso, en el mejor de los casos, no es algo sincero, y, en el peor de los casos, es una mentira descarada, simplemente porque un montón de líderes Adventistas Del Séptimo Día, ni siquiera creen en las profecías explicadas y expuestas en los escritos de Ellen White; por lo tanto, ellos no predican ni enseñan acerca de ellos.

          Para aclarar este punto, declaro que eso es exactamente correcto; muchos líderes se han distanciado de las profecías presentadas en los escritos de Ellen White, con el objetivo planificado minuciosamente de disminuir la distancia y la distinción entre la IASD y las otras denominaciones evangelicas. Por otra parte, al afirmar que la “autoridad” de los escritos de Ellen White es solamente “profética”, ellos han dado ahora la licencia de ignorar por completo y de no tener en cuenta los consejos e instrucciones en materia de salud, alimentación, vestido, recreación, música, culto de adoración, educación, trabajo misionero de sostén propio, finanzas y cada otro tema que no cae en lo que ellos llaman “profecía”.

         La astucia del serpiente es criminal cuando pasa desapercibida.

         Analicemos ahora la otra frase que fue borrada de la Creencia Fundamental No.18: “el mensajero del Señor”. En primer lugar, es importante entender, que se trata de algo más que el cambio de sintaxis. En segundo lugar, tenemos que determinar, ¿de dónde exactamente vino este título? ¿Fue simplemente ideado por los líderes Adventistas Del Séptimo Día? ¿O fue elegido por Ellen White misma?

          Esta declaración viene del libro Mensajes Selectos, vol.1, pág.32 donde podemos leer:
         “No he tenido que declarar otra cosa, sino que se me ha instruido que yo soy la mensajera del Señor; que Él me llamó en mi juventud para ser Su mensajera, para recibir Su palabra, y para dar un mensaje claro y decidido en el nombre del Señor Jesús. En mi temprana juventud se me preguntó varias veces: ‘¿Es Ud. profetisa?’ Yo siempre he respondido: ‘Soy la mensajera del Señor. Sé que muchos me han llamado profetisa, pero no he pretendido ese título. Mi Salvador me declaró ser Su mensajera.”

          Está claro que ningún ser humano le dio este título a Ellen White, sino Dios mismo le declaró a Su sierva que es Su mensajera. Por lo tanto, ningún ser humano tiene la autoridad de cambiar o de eliminar este título. No debemos añadir ni restar nada a la palabra de Dios. Hay un tremendo “¡ay!” pronunciado sobre cualquier persona que aprueba o vota cambios sobre lo que Dios ha declarado. Según Apocalipsis 22:18 y 19:
         “Si alguno añadiere a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.”

          Los principios de esta Escritura también se refieren a los escritos de Ellen White.

          Y hay también otro testimonio que confirma que el título de “mensajera del Señor”, no es un título terrenal sino uno celestial que fue dado a Ellen White por Dios Mismo. Todo el tiempo hasta su muerte Ellen White fue reconocida como siendo la “mensajera del Señor”, pero ahora en 2015, la denominación de repente ha votado que ella no es la “mensajera del Señor”. ¡Que Dios tenga misericordia de nosotros! Vamos a leer la siguiente afirmación:
         “Durante medio siglo he sido la mensajera del Señor, y mientras siga viviendo seguiré llevando los mensajes que Dios me dé para Su pueblo. No me atribuyo ninguna gloria a mí misma. En mi juventud el Señor me hizo Su mensajera, para comunicar a Su pueblo Testimonios de ánimo, de advertencia y de reproche. Durante sesenta años he estado en comunicación con los mensajeros celestiales y he aprendiendo constantemente con referencia a las cosas divinas, y con respecto a la manera en que Dios está trabajando continuamente para sacar a las almas del error de sus caminos y traerlas a la luz de Dios” (3MS, 71).

            No debemos olvidar que estos cambios se propusieron primero y luego fueron aprobados por los líderes Adventistas, en el Consejo Anual de otoño 2014, y luego fueron enviados a la Sesión de la Asociación General de 2015 para ser votados, y luego aprobados por mayoría de votos.

            La degradación sutil y permanente del Espíritu de Profecía, los escritos de Ellen White, que finalmente en 2015 culminó con el rechazo absoluto de los mismos, es sorprendentemente reminiscente de la era de oscuridad espiritual en la que el Sábado del séptimo día de Dios, fue progresivamente y metódicamente rebajado en concilios celebrados con frecuencia, y finalmente descartado por completo, mientras que el domingo fue correspondientemente exaltado, y, finalmente, aclamado como "el día del Señor.". Esto es lo que está sucediendo desde hace bastante tiempo, y ahora los escritos de Ellen White han sido vistos por el pueblo de Dios, como una reliquia del pasado y fueron degradados, rebajado y más denigrados continuamente, mientras que las opiniones del hombre, no los de la Biblia, han sido exaltados a una posición en la que invalidan la Biblia.

            “Grandes concilios fueron establecidos de vez en cuando, en que se reunían los dignatarios de la iglesia de todo el mundo. Casi en cada concilio el Sábado que Dios había instituido era rebajado un poco más mientras que el domingo era exaltado en igual proporción. Así fue cómo la fiesta pagana llegó a ser honrada como institución divina, mientras que el Sábado bíblico era declarado una reliquia del judaísmo y se pronunciaba una maldición sobre sus observadores.” (GC, 53).

            Como he mencionado antes, el rechazo del Espíritu de Profecía, como es declarado en la resolución votada, no acaba de suceder de repente y sin avisos anteriores; eso estuvo sucediendo y se remonta hasta los días de Ellen White y ha continuado hasta el presente. No debemos olvidar que hace 10 años, también en una sesión de la Conferencia General, los delegados votaron que los escritos de Ellen White no pueden “definir nuestra [de los Adventistas] fe y nuestra práctica.

            Echemos un vistazo a, y examinemos la, primera parte de la resolución votada en relación con la última declaración a que acabo de hacer referencia. En un artículo de Adventist Review, el autor afirma que, “la resolución señala que el estudio de los escritos de la señora White dirigen constantemente la Iglesia hacia la Biblia como siendo el fundamento mismo de fe y práctica...”. El Dr. . Ángel Manuel Rodríguez agregó que el don ejercido por Ellen White, “puede enriquecer, pero no definir nuestra fe y práctica.”[1]

           Según podemos ver, la primera parte dice que los escritos de Ellen White conducirán la Iglesia hacia la Biblia. Si este es el caso, entonces sus escritos deben definir tanto la fe como la práctica de los Adventistas Del Séptimo Día. Pero votándose que los escritos de Ellen White no se pueden utilizar para definir la fe y la práctica de los ASD, las implicaciones son que sus escritos no deben ser consultados en asuntos de fe o práctica. ¿De qué sirven sus escritos, entonces? ¿No es eso un rechazo flagrante del Testimonio de Jesús?

            Sí, este es realmente un asalto directo contra la autoridad de los escritos de Ellen White, relegando sus escritos a una lectura meramente opcional.

            Los mismos escritos de Ellen White que son ahora tirados a un lado, y cuyos consejos son pisoteados por aquellos a quien fueron enviados a salvar, profetizan que este rechazo tendrá lugar, y que es el plan estudiado de Satanás para debilitar la fe del pueblo de Dios en el Espíritu de Profecía, y que finalmente conducirá a su perdición. Desafortunadamente Satanás ha tenido mucho éxito en su asalto contra los escritos de Ellen White. Consideremos la siguiente declaración:
           “Satanás está constantemente intentando introducir lo espurio a fin de apartar de la verdad. El ultimísimo engaño de Satanás será hacer sin efecto el testimonio del Espíritu de Dios. ‘Donde no hay visión el pueblo perece’ (Proverbios 29:18). Satanás trabajará hábilmente en diferentes formas y mediante diferentes instrumentos para perturbar la confianza del pueblo remanente de Dios en el testimonio verdadero. Se encenderá un odio satánico contra los Testimonios. La obra de Satanás será perturbar la fe de las iglesias en ellos [en los Testimonios]: Satanás no puede disponer de una senda tan clara para introducir sus engaños y atar a las almas con sus errores si se obedecen las amonestaciones y reproches del Espíritu de Dios.” (1MS, 54-55)

            Dado que es notablemente evidente que los escritos de Ellen White han sido rechazados a nivel denominacional, no cabe duda de que los resultados de tal resolución, seguirán en rápida sucesión, segun se explican en la siguiente cita de Testimonios para la Iglesia, Vol.4, pág. 209:
           “Es el plan de Satanás debilitar la fe del pueblo de Dios en los Testimonios. El siguiente paso será el escepticismo con respecto a los puntos vitales de nuestra fe, los pilares de nuestra posición, luego la duda sobre las Sagradas Escrituras y, finalmente, el descenso a la perdición. Cuando se duda de los Testimonios en los que una vez se creyó y se abandonan, Satanás sabe que los que han sido engañados, no se detendrán, y redobla sus esfuerzos hasta que desencadena la rebelión abierta, la cual se vuelve incurable y desemboca en la destrucción.”

           Amigos, esta declaración es verdaderamente alarmante y seria, ya que muestra la progresión de una etapa del pecado, empezando con la pérdida de fe en los Testimonios, a otra, que termina en rebelión abierta contra Dios. Y para cualquier persona que duda y que rechaza al Mensajero del Señor en última instancia conducirá a, “rebelión abierta, la cual se vuelve incurable y desemboca en la destrucción.”

           Y para los que dudan y rechazan al Mensajero del Señor, les refiero los relatos del antiguo Israel.
           “Y Jehová el Dios de sus padres envió a ellos por medio de Sus mensajeros, levantándose de mañana y enviando; porque Él tenía misericordia de Su pueblo, y de Su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban Sus palabras, burlándose de Sus profetas, hasta que subió el furor de Jehová contra Su pueblo, y no hubo ya remedio.” 2ª Crónicas 36:15-16).
           “¡Oh, Jerusalén, Jerusalén, tu que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta.” (Mat 23:37-38).

            Así como Cristo ha declarado de Su pueblo, que finalmente se divorciaron de Él: “Oh, Israel, te destruiste a ti mismo”. (Oseas 13:9).

            Los mismos medios que Dios envió para salvarlos, ellos rechazaron, y así será el caso de todos los que rechazan los escritos de Ellen White.

            Creo que la razón principal de que la resolución errónea acerca del Espíritu de Profecía fue aceptada en la Sesión de la Asociación General 2015, fue aclarar la posición de que el Espíritu de Profecía no está en el mismo nivel de inspiración como la Biblia. Y esto es absolutamente sin sentido; los escritos de Ellen White son inspirados, o no inspirados. No podemos decir que son medio-inspirados, o que son inspirados solamente cuando tratan de profecía.

            Y esto trae a la memoria otra declaración convincente que dice,
           “Conozco vuestro peligro. Si perdéis la confianza en los Testimonios, os apartaréis de la verdad bíblica. He temido que muchos tomarían una posición de duda, y en mi angustia por vuestras almas, quiero amonestaros. … Dios y Satanás no trabajan nunca como asociados. Los Testimonios llevan el sello de Dios, o el de Satanás. Un buen árbol no puede producir frutos corrompidos, ni puede un árbol corrompido producir buenos frutos. Por sus frutos los conoceréis. Dios ha hablado. ¿Quién ha temblado a Su palabra?” (5TI, 92).

            Dado que denominacionalmente, los Adventistas Del Séptimo Día han votado que los escritos de Ellen White ya no son autoritarios, ni una continua fuente de verdad, y que Ellen White ya no es “mensajero del Señor”, es imperativo que a nivel individual, cada persona, cada uno de nosotros asegurarnos de que nos aferramos al don que Dios ha dado con tanta misericordia a Su pueblo, mediante los escritos de Ellen White. Yo exhortaría a cada uno examinar por sí mismo, e indagar fervientemente el modo en que está tratando este regalo, los escritos de Ellen White.

            Voy a terminar con una nota muy grave, porque lo que se ha votado, no es algo que debería tomarse a la ligera. Leamos esta cita:
           “Una cosa es cierta: los Adventistas Del Séptimo Día que ocupan su posición bajo la bandera de Satanás, primero abandonarán su fe en las advertencias y los reproches contenidos en los Testimonios del Espíritu de Dios.” 3MS, 93 (1903)


 
           Jesús nos exhorta con amor, para muchos posiblemente por última vez: “Volveos, volveos de vuestros malos caminos; "¿por qué moriréis, oh casa de Israel?"

claudio popa
burgos, españa
19.07.2015


domingo, 12 de julio de 2015

Como El Dinero Nos Metió En Problemas


         "Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe..." (1Tim 6:10)

          Al leer esta historia, recordemos que los administradores son humanos, como el resto de nosotros, y necesitan nuestras oraciones. Recordemos también que el dinero que intentaron salvar en un momento crucial de esta historia, fue el diezmo de Dios, no era su propio dinero.

          Es una historia que muestra cómo el liderazgo de la NAD (La División Norte Americana) llegó (a), a la posición de sostener que la ordenación es meramente una cuestión de política de la Iglesia y no de obligación sagrada, y (b), que la comisión en obra evangélica (obreros evangélicos), es equivalente con la ordenación en el ministerio pastoral.
         A fin de comprender significativamente la historia, es necesario para nosotros que por unos momentos volvamos unos cuantos años en tiempo.

           LA TENTACIÓN DE… “LA CUOTA DE VIVIENDA GRATIS”

          Cuando América era joven, muchas iglesias Cristianas ofrecían residencia gratis a sus pastores. Esas residencias eran conocidas como “casa del pastor” (casa pastoral, residencia del pastor). Perteneciendo a sus respectivas iglesias, por ley, esas “casas pastorales” eran exentas de impuestos. Así se originó la costumbre de que los ministros (pastores) que vivían en esas “casas”, no pagaban ni el alquiler, ni los impuestos. Con el avance del tiempo, más y más iglesias empezaron a pagar lo que hoy se conoce como la “Cuota de Vivienda Gratis”, a sus pastores, permitiendo que esos hombres busquen y elijan las casas por cuenta de la iglesia. Debido a que esta nueva costumbre era un cambio de una antigua costumbre, las iglesias Cristianas presionaron y convencieron el gobierno que trate la Cuota, como libre de impuestos.

          El no pagar impuestos sobre la renta, o impuestos sobre el alquiler e hipoteca y las ventajas obtenidas por los pastores (que eran mal pagados en aquellos tiempos), levantó la envidia de algunas personas. En realidad, esas ventajas eran reducidas considerablemente con el crecimiento de la tasa de Seguridad Social en 1950. El gobierno de los EEUU requiere que los empleadores (los empresarios) paguen la mitad de la Seguridad Social, dejando que el asalariado pague la otra mitad.

         Los pastores, sin embargo, por alguna rareza de la ley, son considerados “autónomos” y como tal deben pagar por completo la Seguridad Social. Aun así, muchos pastores en América pagan de algún modo impuestos más bajos que otras personas que tienen los mismos ingresos.

          LA RECLAMACIÓN DE IRS (Fiscalía de EEUU)

          En 1965 algunos empleados del IRS (Servicio Interno Fiscal) (algo como el Ministerio de Hacienda español), señalaron que los jóvenes ministros Adventistas del Séptimo Día, que eran licenciados como pastores pero no habían sido todavía ordenados, no eran realmente “pastores” y por consiguiente, no podrían beneficiar de las ventajas de la “Cuota de Vivienda Gratis”.

         Si los pastores licenciados deberían ser considerados como empleados ordinarios antes que autónomos (como los pastores ordenados), la Iglesia mundial tendría que pagar la mitad de la tasa de la Seguridad Social. Con 850 ministros licenciados (en aquel entonces), el coste total de pagar para la Iglesia de Estados Unidos, era una amenaza bastante grande.

          Por 12 largos años, los líderes de la Iglesia han bloqueado el pago de la Seguridad Social, empleando avocados tras avocados, para persuadir el gobierno para cambiar la ley, a fin de que la Iglesia pueda salvar en totalidad el dinero ofrecido voluntariamente por sus miembros (diezmos y ofrendas).

          Finalmente, cuando ya era evidente que el gobierno no va a cambiar nada, que los avocados no conseguirían nada en este asunto, y que el gobierno se preparaba para confiscar las propiedades de la Iglesia por impago de las tasas gubernamentales, los lideres preguntaron el IRS, ¿en qué modo podrían convencer el gobierno que los pastores licenciados eran en realidad pastores? (y como consecuencia beneficiaban de esa “Cuota” como autónomos).

          El IRS respondió que si la denominación votaría que los pastores licenciados están autorizados a oficiar bodas, el IRS estaría contento. Así que los lideres de la Iglesia votaron (en 1976) que en la NAD, los ministros licenciados eran autorizados a hacer lo que nunca pudieron hacer, es decir, oficiar bodas y bautismos, a condición de que fueran ordenados como ancianos y tengan la aprobación del Comité de sus Conferencias.

          La decisión de hacer los pastores licenciados virtualmente iguales con los pastores ordenados, no fue votada sin protestas. En particular, algunos de los tesoreros de la Conferencia General, los que prácticamente eran los administradores del dinero de la Iglesia, argumentaron que es un error disminuir la importancia de la ordenación, simplemente para ahorrar dinero, aunque se trataba del dinero ofrecido (diezmos y ofrendas).

          Hablando en su nombre y en el nombre de sus asociados, Robert Osborne, el asistente del tesorero de la Conferencia General, escribió seriamente a los líderes de la NAD:

          “Se nota un definido sentimiento de que es difícilmente recibida la alteración de nuestra actitud hacia los ministros licenciados, sólo en consideración de asuntos de impuestos en un país en particular, en este caso en Estados Unidos.”

          La respuesta, sin embargo, de los lideres más altos fue que, la diferencia entre las funciones de los pastores licenciados y ordenados no es un asunto moral teológico, sino un problema de política eclesiástica interior (problema particular de la iglesia), y que el proceso de instructores de los pastores, obviamente, no es un asunto teológico o doctrinal, sino uno de metodología, de política (un simple modo o plan de trabajo).

          De este modo, enfocados en salvar dinero, los líderes de la denominación Adventista Del Séptimo Día, despojaron la santidad de la ordenación, de muchos de sus atributos distintivos. La Conferencia General ya no miraba la ordenación como un llamado especial cuya naturaleza era determinada por la Biblia y el Espíritu de Profecía. La obra del ministro/pastor ordenado ya no era cuestión de estudio teológico; en lugar de eso, era una simple cuestión del Comité de Acción y una simple política de administración. Y ese punto de vista es exactamente el que se refleja hoy en la posición oficial respecto al papel de las mujeres.

          LA APARICIÓN DE UN NUEVO TÉRMINO ECLESIÁSTICO:
         “OBRERO COMISIONADO”

          Es importante saber que en 1978, cuando el IRS dijo que aceptará un pastor licenciado como equivalente a un pastor ordenado, los empleados del gobierno usaron una palabra que hasta entonces no tenía mucho significado en nuestra denominación. El IRS dijo que si una persona fuera autorizada para oficiar bodas, sería aceptada como igual a un pastor ordenado, indiferente que esa persona era licenciada, ordenada o comisionada. Aquí, apareció la nueva palabra; comisionado. Y según vamos a ver, era preñada con el trasfondo y los propósitos para el futuro. Satanás es maestro en “juegos de palabras” y uso de “lengua de serpiente” (expresar dos cosas distintas con las mismas palabras).

          A lo largo de los años, tesoreros, directores y secretarios departamentales, y dirigentes de organizaciones Adventistas que no eran sino simples funcionarios, empezaron recibir licencias pastorales y más tarde fueron incluso ordenados como pastores. Esas licencias eran individuales, y ofrecidas a hombres que podrían ser llamados para ministerios especializados, pero que sin embargo, difícil podrían ser considerados pastores, en el sentido expreso de la palabra, pero se cualificaban para beneficiar de la amada, “Cuota de la Vivienda Gratis”.

          Pero mediado el 1970, empezó una reacción contraria a esta práctica. En el mismo tiempo que la Conferencia General y la NAD estaban definiendo la ordenación, como siendo simplemente una política administrativa, muchos Adventistas del Séptimo Día de todos los niveles, expresaban el pesar y la preocupación de que la ordenación de tesoreros, directores y secretarios departamentales y gerentes de empresas sólo para obtener el beneficio de la “Cuota de la Vivienda Gratis” es un error y disminuye seriamente el gran significado de la ordenación pastoral en el Ministerio Evangélico. Y debido a las presiones por parte de los conservadores Adventistas, muchos de los oficiales que en los años anteriores habían recibido la “Cuota”, se vieron en la situación de que ya no podrían beneficiar de ella.

          Luego alguien vino con la idea de un nuevo tipo de reconocimiento: ¿Qué tal si comisionamos a estas personas, llamándolos pastores comisionados, y les damos el derecho de oficiar bodas y bautismos? El IRS había prometido que estaría de acuerdo que este tipo de persona reciba la “Cuota de la Vivienda Gratis”. Y como consecuencia, si estas personas no son ordenadas como pastores, los miembros de la Iglesia estarán contentos terminarán con las quejas.

          Así que sin mucho ruido, y sin que se explicara nada a los miembros de la Iglesia, se votó formalmente aplicar ese título, y los tesoreros, directores/secretarios departamentales y gerentes de organizaciones, fueron privilegiados cuando venía la epoca de pagar las tasas gubernamentales, cada año, alrededor del 15 de Abril. Por primera vez empezaron a ser “comisionados” los obreros bíblicos, y la gente sentía que es bueno que estos muy trabajadores hombres reciban un correcto reconocimiento.

          Luego vino la idea de “comisionar” los profesores de los colegios, no como pastores sino como “profesores comisionados”, y otra vez la gente sintió que es bueno reconocer los méritos de estos maestros nunca alabados.

          LA COMISIÓN DE LAS MUJERES PASTOR

          Por mucho tiempo se comprendió que otorgar una licencia pastoral a una persona, implica que, a menos que intervenga algo seriamente malo, esa persona en unos cuantos años puede ser ordenada en el Ministerio Evangélico; en otras palabras, una persona que recibía la licencia pastoral, por unos años era considerada como avanzando en el camino hacia la ordenación (o mas popularmente, “rumbo” a la ordenación).

          Sin embargo, las pocas mujeres que habían obtenido licencias ministeriales a lo largo de los años, no eran vistas en ese camino hacia la ordenación, debido a que la Iglesia aún seguía las obvias instrucciones bíblicas de que los ancianos y los pastores deben ser hombres (varones).

          En 1975 la practica de otorgar licencias ministeriales a las mujeres, fue suspendida, pero en el mismo tiempo, el Concilio Anual de la Conferencia General votó que las mujeres que cumplan requisitos especiales y habían sido seleccionadas con mucho y gran cuidado, pueden ser ordenadas como “ancianos” en las iglesias locales. Es importante saber que este sorprendente e inesperado cambio de eventos, surgió de repente y debido a las insistencias ruidosas de un pequeño grupo de promotores liberales.

          Dos años más tarde, las mujeres fueron aceptadas servir como asociadas en el “cuidado pastoral”. Pero muchos líderes eran ansiosos para permitir que las mujeres trabajen como pastores.

          LA BATALLA SE CALIENTA

          En 1984 una joven mujer que era ordenada como “anciano” pero servía como “pastor” en una iglesia local de la Conferencia de Potomac, bautizó a alguien con el soporte de su Conferencia, pero sin la autorización del Manual de la Iglesia.

          En 1985 el Concilio Anual de la Conferencia General (CG) prohibió más baptismos por parte de las mujeres “ancianos”.

         Sin tener en cuenta las directivas de la CG, en 1986, la Conferencia de California Sur-Este (CCSE), votó que las mujeres pueden bautizar. La CG prometió trabajar seriamente para la ordenación de mujeres y persuadió a la CCSE anular la votación. La CCSE dio atrás para un tiempo, pero en hacer esto, dio lugar a la retórica.

          Ahora es, cuando se empezaron escuchar acusaciones como, discriminación, machismo, acciones afirmativas, justicia.

          Muchos Adventistas, apenados y horrorizados, se dieron cuenta que el lenguaje político y el feminismo radical, habían invadido nuestra Iglesia.

          UNA ELECCIÓN DIFÍCIL

          En 1989, en la preparación para la Sesión de la Conferencia General de Indianápolis, fue encomendada la elección de votar SÍ o No a una recomendación de doble sentido, a un gran grupo de estudio llamado, “La Comisión de las Mujeres”. Esta recomendación que sería enviada al Concilio Anual de la CG para futuras acciones proponía:
         - a partir de ahora las mujeres no podrían ser ordenadas como pastores, pero,
         - si cumplen ciertas especificaciones ellas podrían actuar en todas las funciones de un pastor ordenado en sus iglesias locales.

          Muchos miembros de la Comisión vieron como injusta la elección, porque decían que está claro que uno que vota SÍ en nr. 1 (no permitir la ordenación de mujeres como pastores), no puede votar también SÍ en nr. 2 (permitir que sean ordenadas las mujeres con cualidades excepcionales).

          La mayoría de los miembros de la Comisión de las Mujeres votaron SÍ, lo que significa que las mujeres no pueden ser ordenadas como pastores, y también que si cumplen ciertos requisitos pueden actuar como pastores ordenados si las divisiones desean eso.

          Esa recomendación llegó al Concilio Anual y de allí a la Conferencia General de 1990.

          Las dos estipulaciones fueron luego divididas para la CG de Indianápolis de 1990, y el voto del día miércoles fue abrumadoramente en contra de la ordenación de mujeres como pastores. Cuando la otra propuesta llegó al voto el jueves, muchos de los delegados extranjeros, sintiendo que el voto importante había sido dado el miércoles, abandonaron sus lugares de trabajo, para ir de paseo o de compras. El argumento principal ofrecido por los ponentes de la NAD fue presentado a los pocos delegados que permanecieron presentes y fue este:
         “Ayer nosotros hemos votado juntos a vosotros lo que habéis deseado; por lo tanto hoy os rogamos que votéis con nosotros, tomando en cuenta las necesidades culturales de Norteamérica.”

          No hubo ninguna referencia a las Escrituras.

          Esta vez, el voto fue a favor, aunque a un pequeño margen, en comparación con el de voto de miércoles.

          Como muchos saben, 5 años más tarde la cuestión de la ordenación de mujeres como pastores, fue otra vez presentada, aunque bajo otra forma. Esta vez la NAD, pidió el derecho de ordenar mujeres pastores “sólo en nuestro territorio”. Y fueron asignados 4 conferenciares para persuadir los delegados en votar SÍ, y sólo un orador para persuadirlos en votar, NO. El orador para NO presentó un estudio bíblico muy bien organizado y como algunos se pueden recordar, el voto de los delegados fue 1.481 a 673 a favor de “NO”; esto significando que la NAD no recibía la autorización para continuar sus propios caminos y ordenar mujeres en su territorio.

          LA PRESIÓN CONTINUA

          Dentro de unas semanas después de la votación, la iglesia de Sligo, situada a sólo pocos kilómetros del Cuartel General de la CG, como para vengarse contra el voto de la Iglesia mundial, ordenó algunas mujeres como pastores y poco después la iglesia local de la Universidad de La Sierra, siguió su ejemplo.

          Según hemos visto en otras partes, la NAD había nombrado una Comisión para intentar promover la ordenación de mujeres en el ministerio. También en aquel tiempo, surgió la idea de dirigir servicios comisionados para las mujeres pastores.

          LOS "SERVICIOS COMISIONADOS"

          Hasta ahora, los tesoreros, directores/secretarios departamentales y gerentes de organizaciones, recibían la notificación sobre su estatuto de comisionados simplemente por correo.

          De repente, esa privacidad pareció inadecuada. Voces impacientes y ruidosas, instaban que el nombramiento de las mujeres comisionadas como pastores, debería ser hecho más público, y más parecido, bueno…, y más parecido al culto de ordenación. Así se inventó y desarrolló un culto aparte para los comisionados; con lectura bíblica, con oraciones, un sermón, un encargado oficial, y… la imposición de las manos, todo ampliado de modo que rellene una hora completa en una congregación grande, o en un encuentro campestre.

          De este modo, un proceso que empezó como un plan para reducir gastos, en los impuestos gubernamentales, produjo un concepto antibíblico según el cual, la ordenación es simplemente una política de administración de la iglesia y se desarrolló el concepto que las mujeres comisionadas en la obra evangélica, son equivalentes a los pastores (varones) ordenados.
         Cuando después de un tiempo algunos Adventistas se enteraron de este asunto, muchos consideraron esta historia a la vez increíble y triste.
         Pero ya era demasiado tarde.

         La rebelión de Coré estaba en plena marcha...
        Y volver atrás... cuesta muchos millones!


claudio popa
Burgos, España
01.04.2013

sábado, 11 de julio de 2015

¿Tiempo para regocijar o... tiempo para llorar?

El Congreso Mundial de los Adventistas del Séptimo Día, o la 60 Sesión de la Conferencia General de la Iglesia Adventista Del Séptimo Día ha terminado.

¿Ha sido todo un astuto engaño? ¿O para nos ser acusado de malavoluntad debería llamarlo, "un malentendimiento"?

El miércoles 8 de julio 2015 (jueves por la noche en España), asistiendo “en vivo” a la sesión de trabajo sobre el orden del día, en el punto de ordenación de mujeres, mi firme convicción de que Dios está dirigiendo Su Iglesia, me salvó del estrés y de la visible excitación nerviosa que muchos Adventistas manifestaban en sus textos escritos en los medios sociales.

Al final de la votación, sin embargo, la euforia y la sensación de felicidad al ver la victoria del bien sobre el mal en este asunto, inundó mi corazón y lágrimas de agradecimiento mis ojos. En seguida me he arrodillado para agradecer a Dios por manifestar de este modo Su voluntad a Su pueblo y al mundo entero. Sí, al mundo, porque muchos ojos y oídos estaban pendientes para ver la resolución de los Adventistas en este punto.

Sin embargo, la triste realidad era, que ni la mayoría de los Adventistas, ni el mundo, no sabían que lo que ellos esperaban, nunca iba a ocurrir en esta ocasión, y que la votación de miércoles fue simplemente una cortina de humo, o mejor dicho, polvo en los ojos del pueblo.

Aunque en todos los medios de comunicación de la IASD, se anunció en voz alta que se iba a votar para la, “ordenación de mujeres”, este asunto tan controversial y tan vital, nunca ha estado en la agenda de la CG de 2015 de San Antonio.

¿Vital? Sí, amigos. Tan vital y tan importante como cualquiera otra doctrina de salvación. Porque si no podemos defender nuestra posición bíblica en este punto, por nada valdrá conocer y recitar todas las profecías de Daniel y Apocalipsis, y advertir al mundo quién es la bestia y qué es el numero 666, porque nunca vamos a comprender nada sobre el carácter de Dios, que es manifiesto en Sus Mandamientos, por no comprender ni obedecer Sus Mandamientos, que son la base de Su gobierno, la base del orden de Dios en todo el Universo. Porque Dios es Dios de orden, no de caos. Y si una mujer tiene autoridad sobre un hombre, eso produce caos; caos en la familia, caos en la Iglesia y si fuera posible (cosa imposible) llegar al Cielo, caos en el Universo.

Siendo un tipo más “frio” que “caliente”, y obligado a desconfiar de los líderes en general, la euforia no me duró mucho tiempo. Primero por saber precisamente que el voto nunca se refirió a la práctica de ordenación de mujeres como pastores/ancianos, y segundo porque, al haber estudiado detenidamente este problema, me he dado cuenta que en la situación actual sería muy difícil (imposible) que se cambie algo. De punto de vista y por el poder humano, por supuesto. Para los que desean comprender bien a qué me refiero, es preciso leer antes, el artículo titulado, “Cómo el dinero nos metió en problemas”.

Leyendo algunos de los comentarios que corrían como pólvora en Facebook y WhatsApp después de la votación, me he dado cuenta que la mayoría de los miembros de la IASD habían comprendido equivocadamente todo el asunto y que la ignorancia se debe a la falta de información y de estudio personal.

Para explicar esto tengo que empezar diciendo que:

el simple hecho de que la Conferencia General ha aceptado votarse en pleno, un punto que es totalmente anti-bíblico, es desde ya un enorme error y una aberración. Un concepto no bíblico, jamás debería haber sido aprobado en el Consejo Anual de la Iglesia para ser votado en una Sesión conjunta de la Conferencia General de la IASD.

Para que comprendamos bien este tema, es importante clarificar cuál fue exactamente el motivo de esta votación en la agenda de la Sesión CG 2015 de miércoles. El asunto sobre el cual se votó fue extremadamente engañoso porque no se discutía si la Biblia acepta la práctica de ordenar mujeres o no, sino si las Divisiones de la IASD, de modo individual, obtendrían o no el permiso de la Conferencia General para ordenar mujeres en sus territorios si así lo consideraban adecuado.

La redacción del texto de la pregunta que fue sometida a votación fue preparada de tal modo que produjo la presente confusión al no explicar claramente que las 13 Divisiones de la Iglesia, con sus Uniones, que hasta ahora (antes de San Antonio), han ordenado mujeres como pastores/ancianos, podrán seguir haciendo precisamente eso y que esta votación no cambiará absolutamente nada.

Y para confirmar eso, inmediatamente después del voto, la NAD y la Unión de Países Bajos, han publicado declaraciones oficiales expresando que ellos reconocen la votación, pero que seguirán haciendo lo que habían estado haciendo durante años, es decir, ordenar y comisionar mujeres como pastores/ancianos, ya que el voto no les impide hacer eso. Y esa es la verdad pura. El voto no les impide hacer eso.

He leído muchos comentarios eufóricos sobre la “gran victoria” obtenida en la votación. Tengo que reconocer que para mí esa no fue una gran victoria, sino una gran señal de alarma: El porcentaje de SÍ/NO fue de casi 50%. Y eso para mí es por lo menos alarmante, ya que en 1990 y 1995 el margen fue mucho mayor. Esto indica que en su conjunto (basados en el voto), la IASD va hundiéndose más profundo en la apostasía y va acercándose más a las denominaciones de Babilonia, que permiten la práctica de ordenación de mujeres y las consiguientes perversidades afines como el matrimonio y el sacerdocio homosexual.

Aunque inicialmente estuve tentado a regocijarme después del voto de miércoles, me fue imposible seguir alegre, debido a que (con modestia tengo que reconocer), soy una persona bien informada. Y cuando uno conoce bien el tema en discusión, es imposible creer, por mucho que lo desea, que habrá algún cambio, por lo menos a corto plazo.

Solamente los que desconocen el trasfondo de este asunto pueden pensar que hubo una “gran victoria” en la votación de miércoles. Y para esas personas (desafortunadamente son muchos), la desilusión será mucho más grande que la alegría pasajera y las consecuencias temo que van a ser peores.

Personalmente os aseguro que vamos a seguir teniendo entre nosotros Jezabeles soberbias que reclamaran la máxima autoridad pastoral (antibíblica) sobre el rebaño ignorante. Temo que debido al desconocimiento de la Biblia y de los Testimonios, la mayoría de los miembros de la Iglesia van a permitir esta rebelión en sus iglesias locales, por temor a no ser etiquetados de machistas, fanáticos o “de mente estrecha”, por temor a no ser “echados de la sinagoga”, por temor a no perder el sueldo (los pastores) y los cargos en la iglesia, o simplemente porque el sistema de educación pública, consiguió su propósito sobre sus mentes, al convencerlos que dependen de los líderes y que no se puede desobedecer, ni discutir las decisiones de los líderes.

Por otro lado, los líderes de la IASD, con el presidente Ted Wilson a la cabeza, no tienen prácticamente ninguna solución (humana) a esta aberración de ordenar mujeres, ya que aunque desearían de todo su corazón acabar con esta herejía (una suposición atrevida), no tienen el dinero que deben pagar al gobierno americano por tantos años de mentiras, y más mentiras y continuas mentiras.

Por eso, para tranquilizar a los miembros de la Iglesia a no agotarse demasiado bailando la victoria, el presidente de la IASD declaró el viernes 10 de julio 2015 que,

“la votación de miércoles simplemente prohibió a las divisiones mundiales de la Iglesia tomar decisiones sobre la ordenación de mujeres.” Él continuo diciendo que,

“…el voto no tiene nada que ver con las mujeres siendo ordenadas como ancianos locales, una práctica basada en la política de la Iglesia que ha estado en vigor desde hace varias décadas.”

Además, dijo él, “…la votación no estuvo relacionada con los pastores comisionados, que pueden ser hombres o mujeres, en virtud de la política de la iglesia.”

Y para rematar a los estupefactos, el presidente Wilson termino su espléndido discurso diciendo:

"Así que seamos claros en lo que se votó el miércoles. Ahora estamos de vuelta a nuestro entendimiento original, y yo instaría firmemente a todos, a que se adhieran a lo que se ha votado. Pero no colocar en los votos otras cosas que no existieron en la votación. Tenemos que ser justos, tenemos que estar abiertos, y todos tenemos que aceptar lo que se votó en una sesión de la Asociación General. Así que, por favor, no se imaginen cosas que, en mi opinión y en mi entendimiento, nunca están allí.

fuente - Adventist News Network

¿Más claro…? ¡Ni el agua!

Amigos nadie ha votado sobre la ordenación de mujeres en San Antonio, ni nadie ha tomado en discusión este asunto en el Congreso mundial de la IASD, ya que basados en la política de la Iglesia y basados de su entendimiento original, los líderes de la IASD, amando el dinero infinitamente más que a Dios, han establecido hace ya décadas que las mujeres pueden ser ordenadas como ancianos/pastores.

¿Habéis escuchado hablándose algo sobre, la base bíblica de este tema? ¿Habéis escuchado hablándose algo sobre nuestro entendimiento de lo que dice el Espíritu de Profecía sobre este tema?

Probablemente que al desarrollar tanto el pensamiento negativo, desde mi bautismo en esta Iglesia, actualmente sólo pude escuchar hablándose de, “la política de la Iglesia” y de, “nuestro entendimiento original”. Y si verifico y analizo “la política de la Iglesia” en este asunto particular, veo que está completamente en contra de la Biblia; y si verifico y analizo “el entendimiento original” de los líderes de la IASD en relación con la ordenación de mujeres, veo que ellos entienden que está muy bien tener mujeres ancianos y mujeres “obreros comisionados”, y que en los ambos casos eso es idéntico a ser... pastor ordenado, y que todo esto es muy y absolutamente en contra de la Palabra de Dios, y como consecuencia es muy peligroso y mortal aceptarlo.

Por lo tanto, como miembro de la IASD, y conforme a la Palabra de Dios, yo no puedo estar de acuerdo con la afirmación que el voto de miércoles, fue una “gran victoria”, porque no lo fue en absoluto. Todo lo contrario: fue una gran pérdida de tiempo (y de dinero), o como diría Shakespeare, “mucho ruido… para nada”.

En conclusión,

las cosas seguirán como hasta ahora, con la especificación añadida, que seguramente van a empeorar, porque los compromisos con el mundo y la política del pueblo de Dios contra Dios, nunca terminaron bien en el pasado y tampoco van a terminar bien en el presente. Y el futuro (el futuro muy próximo), va a traer como antes en la historia, destrucción material y perdida de enorme cantidad de alamas humanas.

¿Pero qué cuentan las almas humanas comparadas con los millones de dólares que podemos ahorrar para gastar en programas musicales tipo “Proyecto Uno” de adoración a Baal, para jóvenes, en administrar Universidades y Escuelas Teológicas que enseñan la evolución y el misticismo, en fomentar y promover actividades ecológicas para salvar la tierra, y en otros tantos proyectos socio-político-religiosos que la mente humana, bajo la influencia del diablo, puede idear.

Si no fuera tan triste, el resultado del voto de miércoles, sería un buen guion para una sátira religiosa, donde se podría enseñar cómo, regocijándose por una “gran (ilusoria) victoria”, el pueblo se perderá eternamente por falta de conocimiento.

Conclusión a la conclusión:

Basado en la condición actual de la Iglesia, y observando cómo se permite la permanencia de apostasías flagrantes, y mirando a los líderes embriagados con el vino de Babilonia, siendo perros mudos que no quieren ladrar, estoy convencido que este no es un momento de regocijo, sino de lamento. Ahora es el momento de llorar gimiendo, suspirando y clamando angustiados por todas las abominaciones que ocurren en la casa de Dios, para que el profeso pueblo de Dios puedan arrepentirse, ser purificados, recibir el sello de Dios y, finalmente, ser salvos.


claudio popa
Burgos, España,
12.07.2015

martes, 7 de julio de 2015

¿Cómo pronunciar el Nombre de Dios?


 
Esta doctrina del “nombre” no es nueva, ni desconocida; dentro del mundo evangélico es muy vieja y conocida: se llama, la “Doctrina de los “sólo Yehoshua” y hay un montón de tipos que andan por el mundo rebautizando gente, porque cuando se bautizaron, les dicen ellos, lo hicieron "equivocadamente" en el “nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Esto dividió hace años a la iglesia Pentecostal.
Pocos se dan cuenta que Satanás podría ser mucho más inventivo en traer “al mercado” religioso cosas nuevas. Pero no lo hace, no porque no es inteligente, sino porque nosotros no lo somos. No lo hace, porque somos tan … necios (casi digo estúpidos), que nos puede engañar fácilmente usando lo de siempre.
Si miramos con atención la apostasía que pulula dentro de la Iglesia, nos damos fácilmente cuenta de que erramos en las mismas cosas como los de antaño.
Por ejemplo (muy breve):
Estilo de adoración basado en la excitación sentimental – Estudia la adoración a Baal y veras las mismas manifestaciones sensualo-sentimentales y el uso de la música para controlar las masas.
Ordenación de mujeres – Satanás destruyó el mundo usando la mujer. No a ella como persona sino a su amor propio y autosuficiencia. Y Adán fue tan “enamorado” y temió tanto a no perder a su rebelde esposa, que sus sentimientos arruinaron un mundo entero enterito.
Lo mismo pasa hoy con las Evas modernas. Míralas con atención y dime ¿dónde, o mejor dicho, cuándo has visto la última vez una mujer humilde, piadosa, mansa, decente, pulcra? Ay, otra vez me haré un motón de amigas. Y mira a los Adánes modernos, y dime cuando has visto la última vez un hombre de verdad, uno que no tema hablar, uno que no tema decir lo que piensa, uno que no se ponga camisa rosa, o que no se mire media hora en el espejo y se perfume bien antes de salir de casa (un afeminado). ¿Tú crees que los que aprueban las “mujeres pastoras” las quieren mucho? Te digo que la mayoría de ellos odian esta cosa con todas sus fibras pero temen “lo que dicen los demás” y por eso callan como cobardes.
Y bueno, todo el estilo de vida en general, que si empezaría describirlo y compararlo con la Biblia me daría para escribir un volumen bástate extendido.
¿Dónde está el Pueblo “peculiar” de Dios? ¿Dónde están los “sacerdotes” de la Corte Real Celestial? Y otra tonelada de preguntas retoricas que no me voy a tomar el tiempo escribirlas (o mejor dicho re-escribirlas).
Sólo te digo esto: medita sobre ti mismo un poco y analiza atentamente: tu vestidura, tu comida, tu música, tu TV-Internet-CDs-DVDs-ETC, tu actividad diaria (por cierto ¿para quién trabajas tú?), tu forma de hablar, de reír, tu actitud en relación con los demás, tu comportamiento familiar y social (mira atento la máscara de santo que usas de vez en cuando especialmente cuando vas a la iglesia), y lo más importante: medita profundamente ¿cuándo fue la última vez que leíste la Biblia más de 5 minutos y hablaste con Dios más de 3 minutos? Quiero decir, analiza tu relación con el que dices que es tu Salvador. Temo que vas a tener una sorpresa nada agradable. Te lo digo por propia experiencia.

Continuemos con el “nombre de Dios”:

Si lees una Biblia Mesiánica es lógico que vas a encontrar referencias donde falta algún versículo, porque los Mesiánicos (dependiendo de la rama, Nazarenos, Davídicos, etc.) tienen los mismos problemas de los “sólo Yehoshua”.
En realidad, el asunto de “Yashua”, o “Yejoshúa”, o “Yehoshúa Mashiac”, es una rencilla importada de entre los Mesiánicos, que deriva de una discusión, un debate, sobre “Kabbalah” (Cábala - el libro ocultista hebreo). Entre ellos, existe la creencia de que al pronunciar la palabra “Jesús” en el idioma original, se llenarán de un poder especial. En pocas palabras, pueden estar fornicando y golpeando a sus esposas, y crucificar al Hijo de Dios, o desobedecer los Principios de Dios, pero mientras pronuncien la palabrita mágica “Yeshua”, ellos viven en una atmósfera de santidad. Por eso es que la web está llena de los tales “Mesiánicos” que hablan del “nombre” como si fuera un asunto trascendental, tanto que dicen que la persecución que se nos avecina, va a ser porque ellos van a decir “Yahoshua”, mientras sus perseguidores van a decir “Jesús”.
Curioso es, que la profeta de Dios, Ellen White ni siquiera menciona en “El Conflicto de los Siglos”, ni en los “Testimonios”, el más pequeño conflicto sobre “el nombre”, en el futuro, sino que la causa fortuita será “el día” (domingo), y “la unión de iglesia y estado”.

         Por cierto… una pregunta que ronda por mi cabeza es: ¿por qué el ángel del Cielo que se le apareció a Ellen White (tantas innumerables veces), le hablaba siempre de “Jesús” (“Jesus” en original en inglés) en vez de “Yashua”? En el tiempo de Ellen White, el Señor estuvo a punto de venir por segunda vez, y la ley dominical casi fue aprobada. Si el asunto era tan importante y vital, ¿por qué no fue revelado en esos años?
Pues… seguro que no era algo vital para la Salvación.
Si uno busca en los libros de Ellen White y cuenta cuantas veces escribió ella la palabra “Jesús” (eso si tiene tiempo y mucha paciencia, claro) se va a dar cuenta de que si el nombre “Jesús”, como se nombra en Español, es blasfemo, Ellen White era la hereje más grande de su tiempo.

La correcta comprensión de “en el nombre de”

Con lo del “nombre” además, hay un problema en el griego… Muchas veces en el NT la expresión “en el nombre” no está traducida de manera literal y otras veces está escrita de manera demasiado literal. Me explico. Hay una palabra para describir “poder” en griego, que es “dunamis”. Esa palabra se usa para expresar el poder de Dios, Su fuerza, un poder milagroso, una fuerza excepcional; (de ahí deriva la palabra “dinamita” en Español), “…porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria…” (Mat 6:13). Esa palabra se utiliza muchísimas veces para determinar un “poder indescriptible”.

Existe otra palabra que denota “poder”, pero no ese “poder indescriptible” sino un “poder legal”, o “autoridad”; esa palabra es, “exousia”. Esta palabra es la que se utiliza para traducir cuando Jesús dijo, “les doy potestad para sanar enfermos, en muchas ocasiones en el NT se utiliza “exousia” y se traduce “en el nombre de”. Porque la expresión “en el nombre de” significa “en la autoridad de”, aunque en realidad simplemente debiera traducirse como “poder legal” o “autoridad”, porque la expresión griega “en el nombre de”, tiene que ver siempre con “autoridad“, no con una combinación de letras y sonidos lingüísticos, sino con la “autoridad legal”. Y en este sentido se utiliza en todo el NT. De hecho, el término “nombre” y “autoridad” se utilizan como sinónimos en muchos textos. “….¿en qué nombre o con qué autoridad haces esto?” es algo recurrente, pero siempre lleva el mismo sentido… el de “autoridad“.

A los que creen que decir “Yehoshua” les va a crecer el nivel de santidad, les digo: sé un poco sincero contigo mismo y analiza todos los pasajes de la Escritura que hablan de “en el nombre de” y comprende bien y grábatelo en la mente que lo que se debate en la Biblia, lo que está “en juego” en la Guerra Espiritual Cósmica y Terrenal es, “la autoridad” de Dios,  no “la pronunciación” de Su nombre; es Su “poder legal” lo que se está discutiendo; es el “¿quién te mandó?”; es “¿con qué autoridad?”; en realidad no hay una discusión sobre si Jesús se escribe con “Y” o con “J”.

El énfasis en la correcta pronunciación del nombre, es una invención Cabalística (ocultista o satánica) y Mesiánica, pues el tema en cuestión en el Plan de Salvación Bíblico es “la autoridad” de Jesús como el Mesías. Si digo “mâshı̂yach”,  o Mesías, o el Ungido, o lo que sea, no importa en absoluto y no influye en nada sobre la comprensión respecto a lo que Dios me quiere transmitir y no me impide tomar una decisión pro/contra de obedecerle.
Sobre las palabras pronunciadas bien o mal, el Apóstol Pablo escribió: “Recuérdales esto, y exhórtales delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, antes perjudica a los oyentes”.
Pablo recomendó al joven Timoteo ( a ti y a mi), que no estudiara para hacer contienda, sino, “Estudia con diligencia para (o con la finalidad) de presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.”

Juan escribió… “El que dice: Yo le conozco, y no guarda Sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él… El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.”
En esto consiste conocer a Jesús; no tiene nada que ver con pronunciar correctamente, formalmente o de manera ritualista, ceremonial, supersticiosa, “Su nombre”, sino en, “andar como Él anduvo”.
Este es el verdadero fin del Cristiano… no, pronunciar bien una palabra en Hebreo, que de hecho, por causa del idioma, ni siquiera tiene el significado en Español (ni en otros idiomas), para reflejar el nombre YHWH o YO SOY EL QUE SOY (las traducciones de estas palabras, no transmiten en absoluto el sentido correcto de la palabra en Hebreo).
¿Pero a quién se le ocurra ahora analizar o disecar todas las palabras de la Biblia? Pues seguro que haciendo eso, Satanás se pondrá de fiesta sabiendo que estaremos muy ocupados un buen rato y él se podría tomar vacaciones tranquilo, ya que nuestra Salvación estará seguramente perdida.
Conocer a Jesús no es, letras, palabras y pronunciaciones, no es algo tan bajo, simple, superficial y vil.

claudio popa
Burgos,
24.12.2013